El peligro del patrocinio
Vincular una marca a un personaje de éxito, mediante la publicidad o el patrocinio, e incluso a una causa social, puede llegar a constituir una auténtica aventura de riesgo.
Para las empresas, asociar su marca al prestigio de un líder deportivo, social o artístico, puede resultar muy tentador, tanto que propicie el olvido de sus riesgos.
En cuanto a la publicidad convencional, es demasiado frecuente que los consumidores recuerden muy bien ‘el anuncio de (tal personaje)’, pero en absoluto la marca que anuncia. Esas campañas solo contribuyen, en el mejor de los casos, a reforzar la popularidad del personaje; en modo alguno aportan beneficio a la marca; simplemente porque pasa desapercibida.
El otro riesgo no menor es que vincular una marca al éxito de otra (finalmente ese líder deportivo, social o artístico es también una marca) es asumir, como mínimo, un doble riesgo. Los gestores de la marca anunciante no solo deben velar por la propia, sino rezar por la que patrocinan o utilizan como recurso publicitario. Porque el fracaso de esos líderes arrastrará a la marca patrocinadora.
Todo lo comentado es muy evidente. Seguramente, a veces, no nos queda más remedio que asumir riesgos…
© IXOTYPE