Según un estudio que ha realizado la empresa Ampersand Mobile en Reino Unido, un 84% de los usuarios que han descargado una app de una marca la desistalan después de un sólo uso. O sea que la bajan, la trastean un poco y luego se produce la pregunta del millón: ¿y esto para que lo quiero yo? y su respuesta suele ser, ¡para nada!

La investigación la han realizado sobre más de 1600 usuarios de smartphones y tablets y entre otras conclusiones quizás la más destacada es la que se deriva del dato anterior; las aplicaciones móviles que desarrollan la mayoría de marcas no derivan en la fidelización de los clientes porque realmente no les aportan nada interesante.

El mismo estudio se destaca que el 71% de los encuestados consideran que las empresas sólo crean contenido con el fin de potenciar su nicho de mercado, dejando de lado los intereses de los consumidores.

Otro dato para la reflexión es que el 55% de los encuestados prefiere no descargar muchas apps de las marcas que compran habitualmente. La razón es que consideran que esas apps sólo son utilizadas por esas marcas como herramienta de marketing para persuadir al cliente en su decisión de compra y no para mejorar su experiencia como cliente.

Por tanto, las marcas deben reflexionar para qué quieren desarrollar aplicaciones móviles, definir los objetivos a conseguir con ellas y si estas aportan o no valor añadido al usuario, puesto que eso va a ser determinante para evitar que las descarguen después de trastearlas un poco y ver que no sirven para nada.

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