Alexander Rodchenko nació en San Petersburgo tal día como hoy 5 de diciembre de 1891. Procedía de una familia humilde, lo que hacía presagiar que su futuro debería estar más ligado a otras actividades alejadas de lo que finalmente consiguió durante su vida, revolucionar el arte y ser uno de los fundadores del constructivismo ruso.

Se puede decir que Rodchenko fue un artista polifacético ya que destacó en escultura, pintura y diseño gráfico, pero sus trabajos más reconocidos son sus fotografías.

Fue uno de los pioneros del fotomontaje para el diseño de carteles y cubiertas de libros. Al principio utilizaba imágenes provenientes de revistas, periódicos o libros pero se veía limitado al serle cada vez más difícil encontrar las imágenes que deseaba. Así en 1924 empezó a utilizar sus propias fotografías como piezas de sus fotomontajes.

Es evidente que su obra estuvo muy marcada por su ideología, pero también podemos ver que era un apasionado de la tecnología y la arquitectura. En cualquier caso el mayor aporte de Rodchenko en el mundo de la fotografía fue su peculiar visión de la misma y el uso de perspectivas y encuadres hasta el momento no utilizados. En su obra fotográfica podemos ver planos cenitales o planos nadir, que eran totalmente opuestos a los utilizados por el Pictorialismo que era la corriente fotográfica predominante en la época.

“Si se desea enseñar al ojo humano a ver de una forma nueva, es necesario mostrarle los objetos cotidianos y familiares bajo perspectivas y ángulos totalmente inesperados y en situaciones inesperadas; los objetos nuevos deberían ser fotografiados desde diferentes ángulos, para ofrecer una representación completa del objeto”

Rodchenko utilizaba las míticas cámaras Leica para realizar sus fotografías, ya que estas eran muy manejables y así podía conseguir las perspectivas y ángulos que le interesaban.

Rodchenko también destacó en el ámbito del diseño gráfico. Diseñó numerosos carteles propagandísticos, publicitarios y para películas de cine. Así fue el encargado de realizar los carteles para el clásico de H.S. Eisenstein “El acorazado Potemkin” que se estrenó en 1925.

La gran influencia que el constructivismo ruso en general y la obra de Rodchenko en particular, ha alcanzado entre los diseñadores gráficos posteriores tiene como ejemplo más reconocible las portadas de los discos del grupo escocés Franz Ferdinand.

Resulta difícil imaginar qué habrían podido lograr pioneros del diseño gráfico como Rodchenko si hubieran dispuesto de las posibilidades tecnológicas que actualmente tenemos a nuestro alcance.

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