Microsoft se renueva
Microsoft se cambia de traje. Tras 25 años manteniendo su logotipo decide cambiarlo y así renovar su imagen ahora que lanzan al mercado nuevas versiones de casi todos sus productos (Windows 8, Windows Phone 8, Office 15 y los servicios Xbox), empezando así, como ellos dicen, la nueva era de Microsoft.
El nuevo logo incorpora un símbolo, cuatro cuadrados (rojo, verde, azul y amarillo) que según sus palabras “representa el diverso portafolio de productos que está ofreciendo en este momento”. La tipografía del logotipo también cambia, ahora emplea la Segoe, de palo como la anterior pero más fina y algo más redondeada.
Opiniones al respecto hay muchas y con el tiempo se verá cómo acoge el mercado este rediseño, pero, a opinión personal, el logo pierde fuerza, adquiere un aire más fresco y limpio pero pierde esa seriedad (objetivo a alcanzar o no) que tenía el logo anterior y que se asocia a la marca. El símbolo se asocia rápidamente al de Windows, quizá más popular entre el usuario medio, pero habría que poner en duda si es honesto que la “madre” se acerque a uno de sus “hijos” aunque así se vuelva más popular o debería de seguir manteniéndose imparcial y por encima de todos.
Parece ser que la intención de los dirigentes es que el nuevo logo se implante rápidamente, empezando por los medios digitales, y así superar lo antes posible esa fase tan confusa en la que dos versiones de logo conviven, creando cierta desorientación entre el público.
Siempre ha estado considerada como una marca seria, rígida y contundente, con este cambio parece que Microsoft quiere demostrar que también puede ser fresca, joven y ligera. Ante ésto siempre dos puntos de vista: el de apoyar el cambio y la evolución hacia nuevos mercados y público (con el riesgo de no hacerlo bien o quedarte en el camino) o el de preferir afianzarte y explotar al máximo tu mercado y satisfacer a tu público fiel (con el riesgo de quedarte estancado). El tiempo lo dirá.
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